Quería compartir unas palabras que me recuerda dar gracias a Dios:
(Lo encontré en un periódico español a mi iglesia, despues de la Misa Sacra. )
-----------
Aunque me tapo los oídos con la almohada y grito de rabia cuando suena el despertador, gracias a Dios que puedo oír. Hay muchos que son sordos.
Aunque cierro los ojos cuando, al despertar, el sol se mete en mi habitación, gracias a Dios que puedo ver. Hay muchos ciegos.
Aungue me pesa levantarme de la cama, gracias a Dios que tengo fuerzas para hacerlo. Hay muchos postrados que no pueden.
Aunque me enojo cuando no encuentro mis cosas en su lugar porque los niños hicieron un desorden, gracias a Dios que tengo familia. Hay muchos solitarios.
Aunque la comida no estuvo buena y el desayuno fue peor, gracias a Dios que tengo alimentos. Hay muchos con hambre.
Aunque mi trabajo en ocasiones sea monótono y rutinario, gracias a Dios que tengo ocupación. Hay muchos desempleados.
Aunque no estoy conforme con la vida, peleo conmigo mismo y tengo muchos motivos para quejarme, gracias a Dios por la vida.
Cuando veo mis manos maltradatas por el trabajo y mi bajo salario, gracias, Señor, pues tengo manos. Algunos no tienen manos.
Cuando me quejo que nadie me quiere, gracias al Padre de los Cielos porque envió a Su Hijo amado a morir por mí. Él me ha demostrado su amor.
Gracias Padre Celestial por el aire que respiro y porque sigo respirando. Varios han dejado de hacerlo hoy. ¡Son tantas las cosas que tengo agradecerte!
Gracias por cada día que me permites despertar a la vida.
¡Sonríe siempre, pues Dios te bendice!

(Lo encontré en un periódico español a mi iglesia, despues de la Misa Sacra. )
-----------
Aunque me tapo los oídos con la almohada y grito de rabia cuando suena el despertador, gracias a Dios que puedo oír. Hay muchos que son sordos.
Aunque cierro los ojos cuando, al despertar, el sol se mete en mi habitación, gracias a Dios que puedo ver. Hay muchos ciegos.
Aungue me pesa levantarme de la cama, gracias a Dios que tengo fuerzas para hacerlo. Hay muchos postrados que no pueden.
Aunque me enojo cuando no encuentro mis cosas en su lugar porque los niños hicieron un desorden, gracias a Dios que tengo familia. Hay muchos solitarios.
Aunque la comida no estuvo buena y el desayuno fue peor, gracias a Dios que tengo alimentos. Hay muchos con hambre.
Aunque mi trabajo en ocasiones sea monótono y rutinario, gracias a Dios que tengo ocupación. Hay muchos desempleados.
Aunque no estoy conforme con la vida, peleo conmigo mismo y tengo muchos motivos para quejarme, gracias a Dios por la vida.
Cuando veo mis manos maltradatas por el trabajo y mi bajo salario, gracias, Señor, pues tengo manos. Algunos no tienen manos.
Cuando me quejo que nadie me quiere, gracias al Padre de los Cielos porque envió a Su Hijo amado a morir por mí. Él me ha demostrado su amor.
Gracias Padre Celestial por el aire que respiro y porque sigo respirando. Varios han dejado de hacerlo hoy. ¡Son tantas las cosas que tengo agradecerte!
Gracias por cada día que me permites despertar a la vida.
¡Sonríe siempre, pues Dios te bendice!


